En primer lugar, querría pedir escusas a todos aquellos (si es que hay alguien) que leen este blog, por no haber publicado en todo este tiempo; este curso me está quitando la vida!
Aquí os dejo el montaje de mi participación en la 19 Maratona di Roma (17/03/2013) !!!!!!!!
Más vale tarde que nunca, pero lo cierto es que es un pecado que aún no haya empezado a escribir sobre mi barrio.
Al principio vivía en la zona de Piazza Bologna; lugar comunicado con el resto del mundo a la perfección, piso encima de una boca de metro, la mensa de la sapienza a 10 minutos a pie… pero pagaba 300 ñapos por una habitación compartida. No es mucho, pero los buenos de mis compañeros de piso, casnados de los propietarios de aquella casa, buscaron nueva residencia, y me ofrecieron una habitación individual por 250 euros.
Les dije que sí sin preguntarles si quiera dónde estaba la casa. Y creo que acerté. Tengo unos compañeros de piso envidiables, dos terrazas, mis colegas al cruzar la calle, locales indie, rock, reggae, centros sociales ocupas cerca… pero como siempre, esta Roma te da una de cal y una de arena; para llegar a la universidad tengo que hacer unos 4 kilómetros en bici, coger el metro y después el autobús, nada, una horilla y media más o menos.
Volviendo al bueno de mi barrio, se llama Pigneto. Es la zona “Radical Chic” de Roma. Hace unos años no era más que un postaccio, pero desde que la exsenadora Transexual Vladimira Luxuria compró un par de fincas y abrió algún que otro local, se convirtió en la zona de moda; teatros, clubs de jazz, bares para ir a leer con una copilla de vino, restaurantes japoneses…
Con un pasado ligado a las clases bajas, las vueltas que da la vida me han traído de nuevo a un barrio ferroviario, donde los obreros de la vía tenían,hasta no hace muchos años, las casas con tejados de paja y ramas. Hoy día es también un barrio algo pobre, donde putas y camellos encuentras las 24 horas del día.
Pero es un barrio muy agradable.
Salir por la mañana y tener al frutero que te grita
– Cómo estás madrileño?
El horno donde comprar el pan y contuverniar con las abuelas
La única biblioteca decente de toda Roma…
Pigneto rules, y ésta no será la última vez que me oigáis hablar de él.
Ciao a tutti!
Continuando con mis entradas de cocina italiana, hoy os presento una de las más sencillas recetas jamás vista: pasta a la matriciana.
Los ingredientes son los que siguen:
Los ya famosos 100 gr de pasta per cápita; en este caso hemos utilizado un tipo de macarrones de una marca de pasta napolitana, que ha comprado la buena de mi compañera de piso
Lardo – Panceta de cerdo
Passata di pomodoro (salsa de tomate); en nuestro caso usamos la que hace la abuela romagnola de mi compi de piso (bueníí´´iíísimaaa)
Aceite de oliva virgen extra; siciliano a ser posible
Parmigiano
Pimienta
Sal
*No se le suele poner, pero a mí me gusta a morir:un poquete de cebolla
Elaboración:
Cortas el tocino en trozos pequeños. Se fríen bastante tiempo, hasta que veamos que está crujiente. Sacamos la panceta del aceite y sofreimos un poquito de cebolla. Añadimos la passata di pomodoro con pimienta al gusto y la hacemos freir a fuego medio durante cuanto más tiempo mejor. Yo he llegado a escuchar de un romano amigo mío, que su abuela solía dejar la salsa friendo a fuego lento, durante una noche entera…
Una vez la pasta está cocida, se añade a la sartén junto con la panceta, y se pone a freir a fuego lento durante unos minutos para que se agarre bien la salsa a la pasta.
Ya en el plato se le añade un poco más de pimienta, y se le ralla un poco de parmigiano, y al lío!
Continuando con mis vivencias en Roma, abro un espacio de cocina italiana.
Tengo la gran fortuna de vivir con un Romagnolo de Rimini y una Sarentina de Lecce, lo cual, entre otras cosas, me proporciona una fuente infinita de costumbres italianas que de otro modo jamás llegaría a conocer.
Hoy os presento la Pasta Marcello (Bautizada por mí, en honor al rubio compañero que me la enseñó), spaghetti alle alici, que vendría siendo Pasta con boquerones.
Ésta mezcla que puede parecer extraña, es un ejemplo perfecto de lo que es la cocina italiana.´
Ésta no consiste en mezclas imposibles, en ingredientes exóticos combinados a lo Severus Snape. Para nada. Más bien consiste en unos pocos principios INCUESTIONABLES que aplicados de forma adecuada, nos permite hacer comidas exquisitas y bellas por su simpleza.
Los ingredientes de este plato serían:
100 gramos de pasta per cápita
1 bote de passata di pomodoro: que vendría a ser tomate natural triturado, no frito.
2 boquerones en sal
1 «puñado» (siento no poder ser más exacto) de «capperi salati»: alcaparras en sal (Otra de las verdades inquebrantables sobre Italia, aplicable también a la comida, es el amor por tu tierra: no sirve cualquier alcaparra, se necesitan alcaparras puglieses).
Un par de ramas de hierbabuena
Peperoncino al gusto
1 ajo
Mucho aceite de oliva virgen (ya si es siciliano hemos triunfado)
Proceso:
Mientras se cuece la pasta (no olvidar que cada pasta tiene un tiempo de cocción que está escrito en el paquete, ni un minuto más ni uno menos), se sofríe un ajo en una sartén con aceite en abundancia. Se añaden los boquerones bien limpios sin escamas, raspas, cabeza ni cola. Se deja freir a fuego medio, deshaciendo los boquerones con la paleta. Se añade la passata y se deja freir a fuego vivo largo rato («si fa tirare la pasta», ver vídeo). Se estrujan las alcaparras y se añaden a la mezcla, y se añade también la hierbabuena. Se sala y se echa peperoncino al gusto.
Cuando la pasta esté cocida, se cuela y se añade a la mezcla durante un par de minutos removiendo con la paleta.
A los platos y a la mesa!
Según mis compañeros de piso es un pecado, pero yo suelo añadirle un poco de parmigiano rallado, porque gusta muchísimo.
Aquí os dejo a mi compañero:
Continuando con mis peripecias por la cità eterna, hoy os hablarè del plan de este sàabado por la noche.
Como bien sabrèis por mis mùltiples posts sobre Florencia, siento un carigno (escribo desde un teclado italiano, asi q perdonad la falta de nuestra letra patria, y de los acentos) especial por esa ciudad. Y tan grande es ese sentimiento, que me ha hecho convertirme en seguidor acerrimo de su equipo, la Fiorentina.
Hace tres agnos estuve en su estadio, el Artemio Franchi, viendo un partido contra el Gèenova, equipo al que tumbamos sin mucho esfuerzo. Pues bien, este agno se me abria una nueva puerta : viviria en Roma. Hasta este fin de semana, no seguia mucho los partidos de la Roma, ya que, como he dicho, soy Tifosso Fiorentino, pero no puedo negar que, al menos entre la Lazio y la Roma, me quedaba con la Roma.
Desde que me dieron la beca, mi hermano y yo hemos estado fraguando el plan de que se viniera a ver la Roma Fiorentina, y ya de paso quedarse unos dias conmigo aqui. Al final no ha podido ser, y ha tenido que ver el partido por internet, mientras yo he disfrutado del partido en el estadio.
17 euros me ha costado una entrada en la Curva Nord, la tradicionalmente curva de la Lazio, pero que en partidos de la Roma se convierte en el fortin visitante.
Asi que ahi estaba yo, en medio de una batalla entre Romanos a mi izquierda y Toscanos a mi derecha. Y es que el calcio aqui se vive de una manera muy especial. Y si unimos esta, a la otra gran pasion de los italianos, la politica, tenemos un cocktail digno de merecer. Y es que la rivalidad entre estas dos escuadras, deriva de la tradicional lucha entre las dos regiones;
de un lado Firenze, la primera capital de Italia, la cuna del italiano, la cuna del Renacimiento, ciudad que brilla con luz propia, y que enamora desde el primer momento que pisas sus calles.
Del otro Roma, capital del Imperio, capital de Italia, capital de la cristiandad, ciudad de papas e intrigas, decadente como ninguna, pero excepcionalmente bella.
Del partido, poco que decir. Un primer tiempo muy igualado donde cada escuadra se encomendo a su estrella, el joven viola Borja Valero para los visitantes, y el eterno Capitano del lado Giallorosso. Que espectàculo ver a esos dos monstruos sobre el terreno de juego; en plena cuna del catenaccio, ambos hicieron jugar a sus respectivos equipos como si de un Madrid Barsa se tratase.
Y el segundo tiempo si que tiene poco que contar, dominio absolutode la Roma, que le comio la tostada a una Fiorentina atrevida, pero aun joven de espiritu (y es que pocos equipos aparte del Barsa de Guardiola podran jugar y ganar con tan solo tres defensores).
Resultado, 4 – 2 para la Roma; un frio negro; mi conversion en Giallorosso, y un sentimiento que tardare en perder; que asco me da mi Real Madrid; mientras la Roma mantiene y mantendra siempre a su capitan, nosotros le damos la patada a nuestros dos grandes capitanes de los ultimos tiempos, Raul y Hierro, y ya empezamos a pensar en echar a Casillas. Pero que se le va a hacer, soy y siempre sere madridista.
Inno de la Roma (con la carne de gallina)
Alineacion de la Roma (perdonad la orientacion)
Adjunto tambien unas fotos echas con el movil de la zona, que no me entretengo ahora en explicar, pues tiene miga suficiente para un post propio, entre tanto, un avance; Que puto miedo!
Bienaventurados los que no viajan jamás
y los que apenas sienten deseos de conocer países remotos,
ya que ellos gozarán de una vida apacible y llena de regocijo.
Bienaventurados también los amantes de los viajes
que en sus períodos vacacionales recorren brevemente diversos lugares del planeta,
pues ello les aportará enseñanzas enriquecedoras y les colmará de experiencias dichosas.
Pero ¡ay de aquellos que han osado emprender el Camino del Viajero!
Porque ello no les dejará ni un momento de quietud
y les substraerá de los demás intereses de este mundo;
se afanarán únicamente por intentar satisfacer en vano su insaciable pasión por los viajes
y nunca considerarán haber viajado lo suficiente.
A esas almas vagabundas sólo les aguarda desasosiego
e infinita ansiedad por aprender sin cesar sobre todos los rincones de la Tierra,
sobre la naturaleza de los seres que la pueblan,
y sobre el significado de su propia existencia.