Continuando con la serie ciudades de cuento, hoy voy a hablar de Madrid. Existen muchos retratos literarios de Madrid, el Madrid castizo de Alatriste de Pérez-Reverte,  el Madrid aguerrido de Los Episodios Nacionales de Pérez Galdos, el Madrid asustado y revuelto de Riña de Gatos de Eduardo Mendoza,  pero yo no voy a hablar de ninguno de estos, voy a hablar de un Madrid diferente, un Madrid

Estatua de Valle-Inclán en Pontevedra/Fuente Propia

que siempre me ha gustado y me ha transmitido algo especial.

Se trata del Madrid bohemio y esperpéntico de Luches de Bohemia, obra de Ramón María del Valle-Inclán. La obra de teatro muestra diferentes espacios de un Madrid de la segunda década del siglo XX, sin especificar el año.

La obra comienza en la calle San Cosme, pero cuando de verdad se empiezan a ver los primeros rasgos de este madrid absurdo y brillante a partes iguales es en la Taberna de Pica Lagartos, en la Calle Montera. El ambiente que envuelve a toda la obra es un ambiente extraño pero tremendamente atrayente, que pinta Madrid como un agujero en el que nada tiene mucho sentido, y donde la ciudad va un paso por delante de el espectador.

La obra te lleva más tarde a escenarios tan característicos como La Puerta del Sol, la Calle Colón o Recoletos. Madrid es retratada como una ciudad dolida por la decadencia nacional, una ciudad hambrienta y desesperada, una ciudad que vería en los siguientes 20 años dos dictaduras militares, es decir un lugar acabado y avocado al enfrentamiento. En medio de este caos, camina Max Estrella, protagonista de la obra, que va de acá para allá perdido en una ciudad que no termina de entender.

Es una ambientación extraordinaria y diferente, parece incluso desagradable porque Madrid está caracterizada como algo sucio, bajo y zafio pero realmente es ese ambiente que la impregna lo que hace que sientas cierta atracción irracional hacia ella. Es puro esperpento

Puerta del Sol a principios del siglo XX/Fuente http://www.urbanity.com

Como acabamos de mencionar, en la obra se aprecia otra característica del Esperpento que queda retratada en Madrid, y es la continua ambientación en lugares de cierta mala fama, tabernas, prostíbulos o calabozos. Leer esto te da ganas y te motiva a lanzarte a recorrer la noche Madrileña sin otra pretensión que deambular de aquí para allá, de bar en taberna, y da la impresión de que si no haces esto, jamás conocerás el verdadero Madrid.

@fer_guardia